Las 3 Claves de una Inversión

En toda inversión que realices debes tomar en consideración estas tres premisas básicas: Rentabilidad, Seguridad y Liquidez; veremos cada una de ellas, su compatibilidad, y como se reflejan en distintos productos financieros.
1. Rentabilidad. También conocida como retorno de inversión (ROI), se refiere al rendimiento que tiene una inversión basándose en el tipo de interés (lo que ganaremos).
Este elemento hay que valorarlo junto a la fiscalidad, puesto que es posible que productos poco rentables finalmente sean mejores porque se tributa menos por ellos o sean deducibles de impuestos, y productos altamente rentables estén sometidos a altas tributaciones.
2. Seguridad. Se le dice así al riesgo que se asume de perder parte o todo el dinero al realizar una inversión. El riesgo varia en función del producto en que se invierte y de la entidad a la que se le otorga el dinero y que lo administra.
3. Liquidez. Es la capacidad de una inversión de ser convertida en dinero, osea de recuperar la inversión y retirar las ganancias.
Excluyentes entre sí
Con estas tres premisas es posible valorar si una inversión nos conviene o no. Lamentablemente, son excluyentes entre sí en la práctica, tienen cierto grado de incompatibilidad, incluso en tiempos de bonanza económica. No existe un producto muy rentable, líquido y seguro (todos invertiríamos en él). Para muestra, los siguientes ejemplos de productos financieros:
- Tener dinero en una cuenta de ahorro proporciona liquidez inmediata y es muy seguro porque el dinero suele estar protegido por el Estado, pero la rentabilidad es mínima o nula.
- Los diferentes productos para prestar dinero al Estado (letras, pagarés y bonos) son seguros, pero tienen una rentabilidad y liquidez baja (hasta su vencimiento).
- Las acciones no son seguras, pero pueden venderse en cualquier momento y proporcionar alta rentabilidad.
- La seguridad y rentabilidad de los planes de pensiones depende del tipo de fondo en el que se esté; su liquidez suele ser baja y depende de los supuestos previstos en las leyes.
Considera que estas tres premisas son subjetivas puesto que dependen de la óptica del inversionista. Generalizando, podemos decir que un inversionista conservador buscará inversiones seguras, un inversor medio querrá equilibrio, y un inversionista agresivo apostará por una mayor rentabilidad.